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La Verdadera Situación de la Frontera
Hay una crisis en la frontera Estados Unidos - México. No es una crisis que los políticos de Washington comenten y los periodistas de todo el país estén cubriendo urgentemente.
La crisis diaria es el aumento de los migrantes que cruzan la frontera. Durante décadas, el flujo de migrantes ha aumentado y disminuido bajo un sistema de migración descompuesto y esquemas muy costosos de seguridad, empujado por fuerzas económicas y políticas distantes de nuestras comunidades fronterizas.
La verdadera crisis ha estado en existencia durante más de un año y ésta es, el cierre de la frontera a los llamados "cruces no esenciales". Además del impacto económico negativo de la pandemia, el cierre a devastado a los negocios fronterizos, ha separado familias y desbalanceado a las comunidades que están establecidas en ambos lados del Río Bravo. Los pequeños empresarios están siendo destruidos.
Ambas crisis, la que llama la atención y la que está siendo ignorada, son parte integrante del mismo problema. Los que hacen las decisiones en Washington no escuchan a los que, como nosotros, vivimos y trabajamos en la frontera.
Durante años, hemos ofrecido soluciones de sentido común para la seguridad fronteriza, para el comercio internacional y migración. Las soluciones que hemos propuesto requieren de un compromiso permanente. Desafortunadamente, muchos juegan a la política con éstos problemas y están más interesados en que les tomen fotos y los entrevisten, mientras que continúa el aumento de los migrantes que están solicitando asilo.
El aumento de los arrestos de los que intentan cruzar la frontera es resultado del juego político de la administración Biden, sin considerar un plan para manejar el aumento de los que buscan asilo.
La política del país sobre el asilo, consecuencia de un débil sistema migratorio, ya requería reparación antes de que llegara a la Casa Blanca el presidente Joe Biden. Sin embargo, Biden causó que las cosas empeoraran. Bajo las leyes actuales, una vez que un migrante pisa el territorio estadounidense, puede pedir asilo legalmente y permanecer aquí un año o más, mientras el proceso de adjudicación de asilo concluye. El internet en sus sitios sociales y los traficantes de humanos, han corrido la voz, atrayendo más migrantes a la frontera, resultando esto un gran negocio para los que ayudan a cruzar la frontera ilegalmente.
En la mayor parte del sur de Texas, el muro fronterizo no está exactamente en la márgen del Río Bravo y generalmente está a varios cientos de metros de la frontera geográfica. Una de las muchas fallas del ineficiente y caro muro del presidente Donald Trump es, que ahora, una vez que los migrantes cruzan el río y se internan a la zona vigilada junto al muro, ya pueden solicitar asilo porque ya están en Estados Unidos.
Ambas partes comparten responsabilidad por ésta situación deplorable en la frontera. No hemos tenido una reforma importante en nuestra política de migración desde que el presidente Ronald Reagan forjó un acuerdo bilateral en 1986. Treinta y cinco años después, nuestra política migratoria y el sistema físico y administrativo que lo apoya, están fuera de sincronía con nuestros intereses nacionales y nuestras necesidades económicas.
Nuestra política migratoria, está fuera de sincronía con nuestra realidad demográfica, de una población que rápidamente está envejeciendo mientras que los nacimientos de nuevos ciudadanos están rápidamente declinando. Cada sector de nuestra economía, desde los trabajos de alta tecnología, el cuidado de la salud y agricultura necesitan capital humano para continuar creciendo.
Nuestra nación se apoya y crece con las contribuciones y el espíritu empresarial de nuevos americanos. Los esfuerzos del Presidente Biden para extender la protección permanente a los amparados por DACA, es un importante primer paso, pero es un paso pequeño. Tiene que haber más reformas para solucionar éste horrible problema.
Y existe la otra crisis, el cierre de la frontera a lo que el gobierno llama "viajes no esenciales." En Laredo, los compradores mexicanos representan de un 40 a un 45% de las ventas totales al menudeo, de acuerdo a un reporte de la Reserva Federal en Dallas. Impactos económicos similares de los compradores mexicanos se encuentran en Brownsville, McAllen y El Paso. Por segundo año consecutivo, los centros comerciales y los distritos de venta al menudeo se vieron vacíos en Semana Santa, cuando que normalmente esa semana es de bonanza para los comerciantes.
Los supuestamente temporales cierres de la frontera fueron instituidos en los primeros días de la pandemia, sin utilizar ningún razonamiento científico. Ridículamente, estas restricciones no se aplican a los viajes internacionales por avión. Los residentes mexicanos pueden volar a San Antonio o Houston para ir de compras; pero si intentan manejar o caminar para cruzar un puente en Laredo para ir de compras, no se les permite.
No hay una solución rápida para el problema migratorio, pero si la hay para el cierre fronterizo. La administración Biden puede simplemente eliminar las extensiones de tiempo de las restricciones prohibitivas e inefectivas de los "viajes no esenciales."
Nuestras comunidades fronterizas forman una ciudad ubicada en dos países. Los cruces fronterizos deben de abrirse.
Si las personas que afirman que están consternadas por lo que pasa en la frontera son sinceras, deben escuchar a los residentes fronterizos y continuar trabajando con nosotros para encontrar soluciones, cuando terminen de dejarse entrevistar y tomarse fotos.
Dennis E. Nixon es Presidente y CEO del Banco IBC en Laredo, Texas.